Empecemos por aclarar qué es una penalización de Google a nivel SEO. Se trata de una especie de castigo que el buscador impone a aquellas páginas web que actúan en contra de sus políticas con el objetivo de aparecer en puestos destacados de la SERP y atraer al mayor número posible de usuarios.
En nuestro artículo sobre Black Hat SEO ya te advertimos acerca de los peligros de recurrir al Keyword Stuffing repitiendo una y otra vez las palabras clave que se desean potenciar dentro de una página o la importancia de que no haya diferencias entre el contenido que se muestra al buscador y a los usuarios, por ejemplo.
Ahora vamos a ahondar un poco más en este tema hablándote un poco acerca de las diferentes clases de penalizaciones que existen así como de algunos de los motivos más comunes por los que una página web puede ver significativamente reducido su posicionamiento orgánico.
Los distintos tipos de penalizaciones de Google
En esencia, las penalizaciones se pueden dividir en dos grandes grupos. Por un lado están las penalizaciones algorítmicas que se establecen de forma automática según las infracciones detectadas por el buscador en cuanto al rastreo, indexación y posicionamiento de los resultados de búsqueda.
El algoritmo de Google está en constante evolución pero es habitual que los profesionales especializados en posicionamiento SEO no dispongan de toda la información acerca de estas actualizaciones. La única manera de no sufrir una penalización es hacer las cosas bien desde el principio y mantener ese curso de acción a lo largo del tiempo.
Por otra parte, como su propio nombre indica, las penalizaciones manuales son aquellas que son realizadas por los miembros del personal de Google si existe la sospecha de que un sitio web no está respetando las reglas establecidas por el buscador.
Causas más frecuentes de una penalización a nivel SEO
Como imaginarás, las razones por las que Google decide imponer una penalización varían en función de las acciones concretas de cada sitio web sancionado. Seguidamente encontrarás un resumen con algunas de las más habituales:
- Thin Content: Como te explicamos al abordar el asunto del contenido duplicado, es un error bastante extendido confundir el thin content con la brevedad de los textos de una página web. Insistimos. Un texto corto no tiene menos posibilidades de posicionar que otro de mayor extensión.El thin content hace referencia al hecho de brindar al usuario información pobre o mal expresada. Un ejemplo claro lo encontramos en las traducciones automáticas de las páginas web orientadas a un mercado internacional.
- Los esquemas de enlaces: Conseguir enlaces externos que apunten a nuestro sitio web es parte integral de cualquier estrategia de posicionamiento SEO. No obstante, Google puede penalizarnos si detecta enlaces comprados o que intentamos inflar la visibilidad de nuestra web intercambiando enlaces con otras páginas. Por supuesto, la utilización de granjas de enlaces también está estrictamente prohibida.
- Cloaking: El cloaking o encubrimiento consiste en mostrar a los usuarios una información determinada y otra diferente a Google. Esto se persigue porque es esencial que el buscador pueda acceder correctamente a todas las páginas de tu sitio y que los usuarios reciban la respuesta adecuada a su consulta.
- Páginas puerta: Según se indica en el propio Centro de la Búsqueda de Google las páginas puerta son aquellas que han sido diseñadas para obtener una buena clasificación en resultados de búsqueda concretos. Un ejemplo clásico del empleo de páginas puerta lo vemos en las páginas de alquiler de vehículos cuyos contenidos web son iguales para cada una de las ubicaciones para las que desea posicionarse la empresa a excepción del nombre de la localidad o provincia. Para evitar caer en esta mala práctica sólo tienes que pensar en los intereses de los usuarios y personalizar la información.
- Páginas creadas con fines maliciosos: Hay muchos supuestos en los que puede considerarse que una página ha sido creada con fines ilícitos. Intentar confundir al usuario para que haga clic sobre un botón determinado sin querer, incluir archivos no deseados en las descargas e incluso cambiar la página principal del navegador de un usuario sin su consentimiento.
A pesar de que aquí ponemos punto y final a nuestro repaso de las causas más frecuentes de una penalización a nivel SEO hay muchas otras circunstancias en las que el buscador puede tomar cartas en el asunto e intervenir para arrebatarnos la visibilidad conseguida por medios dudosos.
¿Necesitas más información acerca de cuáles son las acciones que debes evitar para no recibir una penalización de Google que eche por tierra tu posicionamiento web? En ese caso, desde Waukin Media te recomendamos que consultes las directrices para webmasters de Google. Como has podido comprobar, no es tan complicado distinguir entre las acciones lícitas y las penalizables.
